"100% algodón. Hecho en Bangladesh por Joya que abandonó la escuela a los 12 años para ayudar a mantener a sus dos hermanos y madre recién enviudada. Su padre murió cuando un incendio arrasó la fábrica de algodón en la que trabaja. Ahora trabaja en el edificio al otro lado de la calle de la fábrica incendiada. Un recordatorio constante del riesgo que asume todos los días. Las etiquetas no cuentan toda la historia". ¿Y si las etiquetas de la ropa contaran la vida de quienes las fabrican? The Canadian Fair Trade Network ha lanzado una campaña en la que son precisamente las etiquetas las que, más allá de la composición, cuentan quién y en qué condiciones ha dado forma a esas prendas que cuelgan en los armarios del primer mundo. A través del testimonio de tres trabajadores, Joya, Behnly y Tejan, de fábricas situadas en Bangladesh y Sierra Leona esta organización introduce al comprador en un mundo en el que la explotación laboral y la falta de condiciones convierten la vida de muchos trabajadores en países en vía de desarrollo.
"Se levanta a las 5 cada mañana para ir a la fábrica textil donde trabaja. Es de noche cuando llega y de noche cuando se va". Este es el testimonio de Behnly, que con solo 9 años denuncia a través de esta iniciativa las largas jornadas laborales a las que se ve sometido, reavivando los rumores de explotación laboral que rodean continuamente al sector de la moda.
Frente a las largas jornadas de trabajo y la falta de higiene en las fábricas, cada uno de ellos se enfrenta a problemas personales que les impiden, a pesar de que el salario que perciben está por debajo del nivel de vida, dejar su oficio. Tejan, de Sierra Leona, es otra de las protagonistas de una campaña que ha nacido para despertar conciencias. Cuenta que cómo le ocultó a su familia que había enfermado y comenzado a toser sangre: "No podía permitirse atención médica ni arriesgarse a perder su trabajo en el cultivo de algodón. Un día, tuvo una crisis; el problema ya no se podía ignorar más. El diagnóstico: envenenamiento con pesticidas. La falta de ropa de protección apropiada le ha conducido, con 34 años, a la leucemia. Tiene dos hijas. Una de ellas comenzará a trabajar en esta fábrica el año que viene".
Estas historias forman parte de la continua denuncia social de The Canadian Fair Trade Network que alza la voz frente a las duras condiciones laborales a las que se someten tanto los menores como los adultos. Una campaña que pretende concienciar a la población sobre los problemas que se derivan del consumo masivo y de la fugacidad de la industria.
Esta campaña se suma a las protestas hacia la industria que a mediados de 2014 surgieron a raíz de unas etiquetas en las que la persona que la había realizado denunciaba sus condiciones, y que fue descubierta por una compradora de Reino Unido.