sábado, 20 de diciembre de 2014

EL FESTIVAL DE NAVIDAD Y LA ENCARNACIÓN

Pilar Gómez-Ulla
Los niños de 3 años representaron el nacimiento de Jesús con música, texto, baile… todo preparado con cariño (eso se nota) por las profesoras de infantil. Algunas madres fuimos a vestir a los niños a la clase, y me di cuenta que Jota (le voy a llamar así) estaba muy seriecito en su silla. Jota no tenía disfraz. El ambiente estaba lleno de risas, trajes dorados, besos, “¡estás guapa no, lo siguiente”… y Jota, seriecito, con sus mocos y su chándal del colegio. No tenía disfraz, ni por supuesto estaba su mamá con el móvil haciendo fotos mientras lo vestía.
Y me dio por preguntarme, ¿dónde está Jesús? Y pensar en la ENCARNACIÓN. Encarnarse es concretar, es que uno ya no está en todas partes sino en UN sitio concreto. Jesús, para encarnarse tuvo que tener UNA madre, no todas las madres, sino una. ¿Y cuál tuvo? una pobre, soltera (¡qué escándalo!) de un pueblo de mala fama. Tuvo que nacer en UN sitio que podía haber sido, no te digo un palacio, pero una casa normal. Pues no, una cueva de mierda, con perdón, un pesebre sucio y peligroso donde duermen los animales. Dios tuvo que elegir a quién avisaba primero el ángel, quien visitaba primero al niño… y no fue el gobernador, ni el cura (o el jefe de la sinagoga que sabría muy bien las profecías sobre el Mesías), ni siquiera alguno del pueblo que tuviera alguna influencia y buscara un sitio digno donde quedarse a aquellos pobres inmigrantes… No, se lo contó a los “pringaos” que estaban entrando en calor con el vino (¡seguro!), más brutos que nada, trabajadores analfabetos de todas las edades. Dios concretó cuando se encarnó: entre la ciudad y la aldea de pobres nació en la aldea. Entre las casas como la mía y las chabolas… pues en la chabola. Es una cosa y no la otra.
¿Y hoy? En la valla de Melilla… ¿estará entre la vida y la muerte en el lado de los africanos? ¿o estará al otro lado, donde el Ministro del Interior planifica echarlos como a cucarachas?; en Nochebuena, ¿estará sentado a la humilde mesa de los explotados que lloran porque tienen lejos a los que aman… o estará donde se tira comida? Y concretando (encarnando…), en Madrid ¿estará en el que come una vez al día o será el presidente que no abre los comedores en Navidad porque “el problema en Madrid es la obesidad”? En Carabanchel… ¿estará en el CIE de Aluche donde encierran a la gente inocente por no tener papeles o estará de compras en Islazul?
No me digan que el Señor está en todas partes, que yo ya lo sé. Pero cuando Dios se encarnó tuvo que concretar, y no parece que la cosa fuera ambigua.
Yo lo veo claro, en el festival del colegio de mi hijo, Jesús estaba en todos. Pero más en Jota. Jesús era Jota, sin disfraz y con mocos. Con su carita triste y sin sus papás, que también son Jesús mismo, seguro. Y claro, siempre hay en Belén algún pastor que le lleva un poco de queso al Niño, o le improvisa a Jesús-Jota un disfraz de pescador, y le hace una foto con el móvil.