Janet, una mujer de 32 años y cuatro hijos que
vivía con su marido en una aldea que atacaron los rebeldes. Mataron a su
marido y la llevaron a ella y a sus hijos a la selva y, una vez allí,
ataron a Janet a un árbol y la torturaron a base de apagar cigarrillos
en su cuerpo y violarla. “Pasaron los días, la soltaron del árbol y la
dieron de comer carne. Ella quería ver...
Por Alicia Ibarra. La periodista y activista de los derechos humanos en el Congo denuncia que la violencia sexual contra las mujeres en su país está motivada por el progreso tecnológico y que no tendría cabida si las multinacionales no financiaran el armamento a los rebeldes. Caddy Adzuba: “Nosotras morimos para que ustedes puedan tener sus smartphones“.
Mujeres mutiladas, maltratadas y despojadas de su dignidad. Las violaciones y demás torturas sexuales que sufren las mujeres en la República Democrática del Congo por parte de los rebeldes durante el conflicto aún vigente va más allá de lo estrictamente físico, se trata de una forma de someter a una sociedad y de causar heridas irreparables al enemigo. “Es una guerra que se ha librado sobre el cuerpo de la mujer”, denuncia la congoleña Caddy Adzuba, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2014 por su labor como activista y periodista que defiende los derechos de las mujeres, en los cursos de verano que la Universidad Complutense realiza en El Escorial.
A través de sus ojos, la periodista refleja las crueldades que ha visto en su país, el segundo más grande de África; un lugar que ha sufrido dos guerras en los últimos veinte años dejando una sociedad completamente destruida a su paso.