Manifestándose contra McDonald's
El trabajo llamado precario está en todas partes. No se libran las grandes compañías multinacionales o eso denuncian sus propios empleados. Raúl Rivas se manifestó en diciembre junto a sus compañeros en la Puerta del Sol contra las condiciones de “semiesclavitud” del nuevo convenio colectivo que quería establecer McDonald's Todavía hoy intentan llegar a un acuerdo tras la insólita imagen de ver a los empleados de la cadena de comida rápida gritar por sus derechos.Raúl lleva cuatro años trabajando mientras estudia un módulo superior de informática. Asegura que este tipo de empleos ya no son algo temporal para compaginar con los estudios, “es el único trabajo posible al que podemos acceder”.
Luchan, por ejemplo, para impedir que los turnos partidos no tengan 5 horas de descanso entre la mañana y la tarde. “Es una auténtica salvajada sobre todo para la gente que no vive cerca del restaurante. Para trabajar seis horas tienes que estar 12 cerca de tu puesto de trabajo”, explica. Las quejas también están enfocadas a los turnos. “Es habitual que no tengas un horario fijo, que estés de noche, dentro de dos días de mañana, luego por la tarde… No tienes estabilidad y eso tiene efectos nefastos”.
La compañía niega la mayor
McDonalds ha incluido a nuestro país entre los mercados con mayor potencial de expansión en los próximos años. Desde el departamento de Recursos Humanos en España, su director, Alberto Unzurrunzaga, niega las condiciones denunciadas por Raúl. Con una plantilla de 24.000 personas, Unzurrunzaga defiende que la compañía ofrece condiciones de trabajo “estables, con posibilidades de formación y desarrollo desde el primer día”.Reconoce que el 78% de su plantilla trabaja a tiempo parcial, pero “cubre las necesidades de un sector de la población que busca la posibilidad de un empleo a tiempo parcial para compaginar con otras actividades como estudios o responsabilidades familiares”. Dice el director de recursos humanos que la prioridad es “la motivación de los empleados” y para ello habla de “flexibilidad horaria, condiciones salariales ventajosas, movilidad, conciliación, incentivos y posibilidades de promoción”. Dos versiones opuestas de una única compañía. En lo único que coinciden es en el salario. Recursos humanos habla de un salario de 9.000 euros al año si el empleado trabaja 24 horas a la semana, unos 750 al mes.
Las horas extras de Cortefiel
Marta es un nombre ficticio. Quiere contar lo que ha vivido dentro de Cortefiel pero sin que la compañía sepa su verdadera identidad para que no pueda perjudicarla en un futuro si tiene que volver a su plantilla. Con un contrato eventual de seis meses, firmó por 30 horas a la semana, “pero he llegado a acumular más de 100 extras”. “Tenía una jornada laboral de 4 horas al día y en Navidad llegué a trabajar 12 con una hora para comer”, explica. El sueldo, claro, iba a acorde a esas cuatro horas “600 euros al mes, pero había compañeras que con contratos formativos cobran 5 euros la hora”.Las cajeras de Carrefour también se quejan
En siete años que lleva como cajera en Carrefour, Sandra Duque ha visto empeorar, y mucho, las condiciones de trabajo. No solo las suyas, que también, sino la de los nuevos empleados. Con las modificaciones en el convenio colectivo, Sandra denuncia que “nos han exprimido al máximo”. “Hay horarios partidos que van de 9 a 14 y de 18 a 23, están todo el día metidos aquí. Trabajamos domingos y festivos de forma gratuita... Y no hay previsión de horario. Te avisan de hoy para mañana. Tu vida depende de Carrefour”, critica de carrerilla.Sandra está en línea de cajas, “en un habitáculo de 2x2”. “No te dejan ir al baño cuando la carga de trabajo es muy alta porque somos pocas y eso hace unos años era impensable”. Pero quiere dar la cara también por el resto de sus compañeros. “Los contratos de verano, de Navidad o vacaciones pueden ser de días, de 20 días. Los compañeros están metidos mañana y tarde allí para ganarse 300 euros”. No es lo único. “Hay contratos formativos de 40 horas por 500 euros”. Los supermercados franceses obtuvieron en 2013 en nuestro país 47,3 millones de euros de beneficios frente a las pérdidas de 21,7 millones de 2012. El Confidencial sigue esperando una respuesta de la compañía a la denuncia de su trabajadora.
La frustración
Raúl, Sandra y Marta comparten un trabajo precario pero también una sensación: “Frustración”, define Raúl. “Me dan ganas de llorar”, aporta Sandra. “No hay futuro”, señala Marta.“El debate ahora es si hay empleo o no pero no se habla de las condiciones de los trabajadores, se quedan en segundo o tercer plano”, explica Víctor, también nombre ficticio. Pertenece a la Oficina Precaria, una entidad que nació tras el movimiento 15M y que pretende dar “visibilidad” a la precariedad. Tienen asesoría legal gratuita para los que tienen contrato y para quienes ejercen de becarios y sospechan que están cubriendo el puesto de un trabajador.
“La precariedad viene de un trabajo que no te permite planificar tu vida ni poder vivir independiente y del que tampoco te puedes quejar porque te echan”. Víctor define así ese problema llamado precariedad, y el profesor e investigador de Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra, Joan Benach también rechaza equiparar precariedad con temporalidad, como se ha hecho hasta ahora. “Hay que mirar los contratos, los salarios, la vulnerabilidad, la falta de derechos y tu incapacidad para defenderlos”, explica el también director de GREDS-EMCONET (grupo de investigación sobre la salud de las desigualdades y las condiciones del empleo). Benach explica que un trabajador precario puede sufrir “ansiedad, trastornos depresivos, insomnio… Una precariedad muy alta puede ser equiparable a una situación de desempleo”.
Desde el departamento de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Esteban Sánchez, también apunta a que diversos estudios muestran un impacto de la precariedad en los accidentes laborales, la salud y el bienestar psicológico. “El trabajo se ha convertido en el principal problema de la juventud”, apunta este sociólogo. Argumenta que desempleo y precariedad son los dos términos que “mejor describen la situación sociolaboral de los jóvenes. Ellos han asumido que es algo normal cuando salgan al mercado laboral”.
Los trabajadores precarios están menos comprometidos con la empresa y tienen una menor productividad, según su opinión. “Si esto sigue así, en diez años aumentará el individualismo y cada persona será más frágil: se incrementará el riesgo social”. Muy crítico con la última reforma del Gobierno -“facilita e incentiva la contratación a tiempo parcial”- este sociólogo avisa de que si España no cambia su estructura productiva y su forma de crear riqueza tendemos a que nuestro país “se convierta en la periferia productiva y laboral de Europa”. Avisa: “Esto significaría un retroceso notable en la calidad de vida y el empleo y una mayor desigualdad social”.
Leer más: Paro: Empresa multinacional, trabajo precario: así viven nuestros jóvenes. Noticias de Economía http://www.elconfidencial.com/economia/2015-06-06/empresa-multinacional-trabajo-precario-asi-viven-nuestros-jovenes_870930/#lpu63fAFxUNJqjxj