La mayoría de los periodistas de los mayores y más reputados medios de comunicación de Alemania y otros países europeos están estrechamente vinculados a la Fundación Marshall y otros organismos transatlánticos asociados con la OTAN y EE.UU.
Así lo declaró en entrevistas concedidas al canal ruso RT en inglés y al sitio webRussia Insider el periodista y ex asesor del Gobierno federal de Alemania, Udo Ulfkotte.Él fue parte del sistema de lo que ahora tacha de 'periodismo corrupto' durante su trabajo en el diario 'Frankfurter Allgemeine Zeitung', algo que reconoce y de lo que se arrepiente.
Ulfkotte explicó cómo los periodistas se corrompen a través de los contactos'exclusivos' que les ofrecen los servicios de Inteligencia locales, los emisarios de la Alianza Atlántica del Norte en su propio país o agentes del otro lado del océano. Todos los periodistas (no solo en Alemania, sino ante todo en el Reino Unido e Israel) están asociados de algún modo u otro con este organismo político-militar, señaló a ambos medios.
"No te dicen que debas colaborar con la Alianza Atlántica –comenta–. Te invitan a visitar Estados Unidos. Te ofrecen contactos útiles no oficiales u oficiales que trabajan para la Agencia de Seguridad Nacional u otras agencias estadounidenses. Tú entablas amistades, ellos te hacen favores y tú haces favores, y esos hombres te lavan el cerebro".
Con los contactos obtenidos es mucho más cómodo practicar el periodismo, admitió el experto alemán. A este tema dedicó su libro 'Periodistas comprados' ('Gekaufte Journalisten').
El propio Ulfkotte confiesa haber firmado con su nombre algunos artículos no solo inspirados en lo que le ofrecían 'en exclusiva' los servicios secretos, sino directamente redactados por los agentes y posteriormente publicados en los periódicos alemanes. Este fue el caso de un artículo sobre los hipotéticos planes de usar gases venenosos en Libia durante el gobierno de Muammar Gaddafi. El caso formó parte de una campaña mediática en 2011 y fue apoyado por varios periódicos tan populares como 'Allgemeine'.
Alemania y otros países de Europa son "como una colonia" para EE.UU., que los trata como repúblicas bananeras, señaló ala agencia RT. "La mayoría de los alemanes no quieren que haya fuerza nuclear en el país, pero las ojivas nucleares estadounidenses siguen estando aquí", recordó. Y esa dependencia es especialmente cierta respecto al funcionamiento de los medios de información.