martes, 1 de noviembre de 2011

CÓMO TRABAJAMOS LOS EMIGRANTES

Soy un inmigrante, llevo 8 años viviendo en España. Para mí las cosas no han sido fáciles, ni lo es ahora. Todos los días me levanto a las 06:40 para ir a mi trabajo y, termino de trabajar muchas veces a las 18:30 0 19:00h, más los 45min de viaje camino a casa, en total 12 o 13h diarias que estoy fuera de casa, dedicando a mi trabajo, trabajo que en un principio me costó sudor, sacrificio, humillación de persecución, paro y explotación por no tener papeles. Conozco a personas inmigrantes que viven en peores condiciones que estas, tanto laborales, de vivienda y acogida.

Las vivencias que tengo con ellos son de mucho sufrimiento, y de injusticias. De madres que se levantan a trabajar de 04.00am a 09:00am, sin desayunar, que luego tienen que empalman con otro trabajo haciendo unas horas, que no tiene tiempo para llevar a sus hijos al cole, que van a trabajar enfermas por miedo a que le despidan. Otro inmigrante que lleva 2 meses trabajando sin cobrar y en economía sumergida, mientras su jefe se va 15 días de vacaciones a Francia, y dice que no tiene para pagarle porque se ha gastado en las vacaciones.

Recientemente una persona cayó inconsciente en la puerta de un quiosco, por la desesperación de no conseguir un trabajo y no tener papeles, ni un hogar, está sola y lleva poco tiempo en España. Por mi trabajo hay inmigrantes que se ganan la vida buscando chatarra, también los hay en mi barrio, y en Plaza Cataluña, la policía persigue a los inmigrantes qué están vendiendo sus objetos, para llevarse un pan a la boca y poder sobrevivir.

En un barrio llamado Cuidad Meridiana, los bancos de los parques y las plazas, están llenos de inmigrantes parados, parados que en su día enriquecieron la economía de España, y hoy se encuentran parados y con los bancos que les están embargando sus viviendas. Hay jóvenes hijos de inmigrantes que están en las calles, condenados al paro, precariedad, violencia, fracaso escolar, etc, y con futuro incierto.

Esta es la realidad en la que vivimos los inmigrantes. Estos hechos, de sufrimiento y de injusticia son los que nos unen a los pobres, me hace sentir responsable de lo que les pasa y hacen a mis hermanos inmigrantes, tengo el deber de dar una respuesta, respuesta que solo se da desde la solidaridad, el trabajo gratuito en servicio al otro, y la justicia. Por eso el sentido de querer trabajar junto con otros, luchar junto con otros, y no vivir cruzado de brazos frente a las injusticias.


Jorge S.